jueves, 31 de marzo de 2016

Analizando: Lloyd del Espacio

El mundo de la Animación es extremadamente competitivo: cada vez que alguien saca algo nuevo, ocurre una pequeña revolución dentro de la industria que todos tratan de imitar y explotar, como científicos locos buscando una fórmula secreta. No existe una sola película animada que no haya aportado algo al cine, igual que tampoco existe una sola serie animada que no haya contribuido de una forma u otra a la televisión. Sí, incluso si no tiene el éxito que debería o resulta en un reverendo fiasco, siempre hay algo que se puede rescatar de cada pequeña creación; después de todo, la Animación se basa mucho en el truquillo ese del "ensayo y error".
Volviendo al tema de buscar fórmulas ganadoras basándose en previos éxitos y fracasos, ¿qué pasaría si, al copiar de forma exacta un producto bueno de tu propia compañía, terminas creando un híbrido perdedor que casi nadie recuerda? Si se supone que creaste una clon molecular, ¿en qué te equivocaste para que no se pueda comparar a tu caballo ganador de concursos?
Te presento a Lloyd in Space (conocido en Hispanoamérica como Lloyd del Espacio), el hermano deforme y desoxigenado del musculoso semental que es Recess (dícese Recreo o La Banda del Patio). Oh Paul, oh Joe, si tan solo fuese tan sencillo como tener un papelito para copiarte en el examen final del Sr. Televidente... pero no, tuvieron que darle a Recess un hermanito menor y luego darle patadas al feto cuando apenas estaba empezando a desarrollar su corazoncito, y terminaron con una criatura malnutrida y anémica que apenas pudo arrastrarse bajo la sombra de su hercúlea fuente de inspiración hasta que exhaló su último y enfermizo aliento...
Pero quizás no todo está perdido: definitivamente hay algo que rescatar de esta tragedia familiar dentro de la casa Disney, y yo daré de mi parte para encontrarlo. Hora de hacer la biopsia de este marciano.


  • Premisa
Lloyd Nebulon es un extraterrestre preadolescente de color verde Miku, habitante de la estación espacial Intrepidville ("Villa-intrépida"... ¿pero de dónde sacaban estos nombres los guionistas en los años 90?). Vive con su madre soltera y comandante de la estación, Norah Li Nebulon, y el supremo moco en el calzón de las hermanitas Disney, Francine, que además viene equipada con tres armas adicionales encima de sus tendencias sociópatas: telequinesis (mover cosas con la mente), telepatía (comunicación y LECTURA de mente), y una voz tan compasiva y melodiosa como un saco lleno de gatos en celo siendo golpeado con un saco lleno de bebés.
Lloyd interactúa de manera regular con varios personajes de la estación; la mayoría de ellos son personajes fijos en el elenco, otros solo aparecen en ocasiones especiales y un número mínimo de ellos son exclusivos de un capítulo. El grupo de amigos de Lloyd, con quienes más interactúa, está conformado por tres anormales y medio: el "cerebrito" del grupo llamado Douglas (no es chiste, es un cerebro con lentes que habla); el primo cíclope del monstruo morado de McDonald's llamado Kurt (carente de actividad neuronal y el músculo del grupo); un humano pelirrojo llamado Eddie (el "chico genial" de lealtad cuestionable) y... bueno, al parecer la misma estación espacial tiene una extensión robótica con humor inglés llamada Estación (lo que pasaría si HAL 9000 y GLaDOS tuvieran un bebé pacifista e inepto).
Es importante tomar en cuenta que las aventuras de Lloyd carecen de trama o cronología: cada episodio es su propia cosa y todo lo que ocurre es básicamente olvidado para el siguiente; esto resulta en una distintiva carencia en el desarrollo de los personajes, que terminan "aprendiendo la lección" una y otra vez pero vuelven a repetir los mismos errores como unos burros sin memoria. Esto se debe a que sigue el formato de Sitcom, es decir, el día a día de la típica familia norteamericana espacial. O algo así. No sé, esta serie tiene escrita "HECHA EN LOS 90" por todo su metafórico cuerpo, no importa cuánto traten de disfrazarlo con pseudo-ciencia ficción.


  • Animación
Nada que ver aquí. Absolutamente nada. La animación de Lloyd era la técnica estándar 2D del momento, cuando la digitalización era más complicada y el formato Flash era un bebé de pecho. Nada de planos tridimensionales, el mínimo de movimiento (normal para una serie incluso hoy en día), colores planos sin sombreado y diseños simples pero agradables. Eso sí, cuando el chiste lo requería se esforzaban: los animadores quizás se ahorraron todo lo posible en trabajo en lo que respecta a pequeños detalles, pero no escatimaban en gastos para mantener la fluidez de movimientos rápidos o bromas físicas.
Donde se puede rescatar algo es en el diseño de los personajes: como se desarrolla en el futuro distante en el que al parecer las razas alienígenas del cosmos conviven diariamente y sin mucho problema, existe una buena variedad de extraterrestres rondando. Algunos son más creativos que otros (hay un episodio con una lombriz gigante y parlante que hace de guardabosques para un agujero de gusano, queda a tu criterio si es o no un chiste ingenioso), pero oye, se tomaron la molestia de variarlos, es más de lo que puedo decir de ciertas series que he visto rondando.
En cierta forma, Lloyd me recuerda a los Jetsons (en español conocidos como Los Supersónicos): es el día a día "contemporáneo" estadounidense y estereotípico, parodiado con el concepto de ciencia-ficción que estaba de moda en la época. Por lo tanto, el diseño de ambiente y los conceptos de ciencia espacial del universo de Lloyd obedecen lo que se creía (a principios del siglo XXI) que sería el futuro de la humanidad: es un testimonio de lo que en ese entonces se sabía sobre el espacio, las galaxias, y todos esos estudios que luego causarían discrepancia en el mundo de la astrofísica (todavía no me olvido de Plutón y su estatus de planeta más inestable que relación por Facebook). La estética de Lloyd y su espacio sideral es extremadamente interesante desde ese punto de vista.


  • Conclusión
Lloyd del Espacio no es especial. Tuvo la mala suerte de que para su estreno ya existían muchos como él en una larga dinastía de Sitcoms animados con "un giro inesperado": desde su propio hermano mayor Recess, hasta Kim Possible, Pepper AnnDough... Duró unos cuatro años en emisión con un historial de cuarenta capítulos, lo cual es bastante para la situación en la que se encontraba e indica que no es del todo un fiasco. Su transmisión original a través de ABC Networks (perteneciente a Disney) antes de ser trasladado al bloque de Disney Channel de los sábados dice mucho: Lloyd podría haber tenido una oportunidad de sobrevivir, pero le cortaron la respiración demasiado pronto y lo hicieron competir con programación que ya tenía mayor fama y con las mismas armas. ¿Habría sobrevivido si lo hubiesen dejado más tiempo en ABC ganando credenciales? Quizás, nunca se sabe.
Ah, casi lo olvido, ¿alguien recuerda cómo todas las caricaturas Disney de los 90 y principios del 2000 tenían la necesidad absoluta de dar lecciones de vida a su grupo demográfico de preadolescentes? Lloyd no es la excepción, y usa cada tema posible en el libro de "Moral Reciclable de Disney Channel". Si en algún momento te has sentado una tarde a ver la programación del canal y luego pones cualquier capítulo de Lloyd del Espacio, puedes adivinar con precisión quirúrgica cómo va a terminar. Esto le quita cualquier gracia hasta el punto de ser aburrido si lo que estás buscando es algo con sustancia. En pocas palabras, Lloyd del espacio tiene la calidad argumental de un cereal para niños: se ve simpático por fuera y está bien para matar el hambre hasta que llegue algo más nutritivo, pero te aburres rápido de tragarte la misma chatarra recargada de siempre hasta que se vuelve insípida porque tu lengua no soporta más el colorante. Aquí Tierra a Disney: fórmulas secretas como ésta no son tan secretas como pensabas, y tienen condiciones.
Con tu permiso me retiro:
-Gatt